sábado, 5 de diciembre de 2009

LOS GURISES- RAMON AYALA



Los gurises

Por Ramón Ayala

Cuando la tarde se aroma

con las flores del crepúsculo

y va la bajada vieja dando tumbos hacia el río.

Levanta la gurisada su algarabía de pájaros,

encendiendo las casonas

de gritos y risotadas

y el color de los chivatos

hamaca su vieja herida

sobre los niños.

Cuando la tarde se aroma

con las flores del crepúsculo

.Pata boni, siete años

flecha de luz en los ojos.

Corre con los diarios

apretados bajo el brazo

llevando la voz del mundo

bajo el cielo de Posadas.

María pucu ya siente

caminar la primavera

por la chuza de su pelo

y en los ojos tiene un duende

que se mira en sus caderas

igual que la roja tierra

cuando la fecunda el tiempo

.Toro manso, jabonilla

juanto longo, satanas, sucio de arena y caracha

vienen llegando del río

azote del rancherio

por la siesta vegetal.

Ñañamemby amarillento

soltame el pelo arruinado

uno, la cara llorosa,otro, la piel arañada

andando vira cambota

casi sobre la ribera.

La gurisada se vuela

para ver como termina

mientras el ojo del cielo

contempla lleno de asombro

estos gurises de plomo

estallando sobre el clima.

Vira cambu, todo escamas,

punto del ojo hacia arriba,

nariz robada al carancho

no se que magia en los dedos

casi siempre lo encendía.

Llegaba entre la gente

con aire de misterios

los bolsillos repletos

de un mundo de chucherias.

Cuatro ranchos mas abajo

descalzo en las piedras grandes

entre dos latas de agua

tiene canilla poi

tiene un rumor en la sangre

que no la deja vivir.

Dice que cuando crezca

construirá para su madre

un rancho nuevo

sin hambre sin el dolor de las lágrimas

que llevan las lavanderas

a tirar en la ribera

del viejo río sin fin.

Un largo tren de madera

a un costado de las vías,

rancho, rancho y rancho

con un capital de arena

y cien chimeneas torcidas

para quemar la miseria

y hacer más linda la vida

con el humo del trabajo.

Cuando la tarde se aroma

con las flores del crepúsculo.